Caligrafía de trazos efímeros que se van dibujando en la arena y en el aire.
Esta danza solo deja surcos permanentes en la consciencia, repetición tras repetición afinándola.
Caligrafía de la mente y del cuerpo exige la presencia de la consciencia, pues solo ella dirige suave y firme el pulso respiratorio, movimiento, sentimiento e intelecto. Así unifica en pos de un sentido y destino común al centro motor, emocional e intelectual; es decir cerebro reptiliano, límbico y neocortex. Surge pues el genio y amo/ consciencia.
Se repiten los movimientos como significantes que atrapan su significado escondido; eso obliga a remover anquilosados circuitos cerebrales y sus olvidadas conexiones nerviomotoras, circulatorias, etc., olvidadas por el tedio sedentario. Vuelve la vida a inundar u organizar bastas regiones fisiológicas, descuidadas, arruinadas….
Pero los surcos de esta caligrafía singular, permanecen en la memoria y más allá en la conciencia, pues para ejecutarlos sale necesariamente de su sueño: automatismo pilotado; coordinando así sus antagónicos hemisferios cerebrales. Y al hacerlo, en ese neocortex emerge la consciencia en presente: una síntesis más intensa y permanente a modo de cuerpo calloso amalgamador de todos esos surcos conscientes ying y yang que vamos haciendo y unificando.
El Taichi-Chi kung no marcial, es una suave y pausada danza que se realiza “muy consciente”. Tiene la virtud de “devolver” la vida al cuerpo y cerebro frenando su envejecimiento prematuro, así como de curar o aliviar muchas dolencias.
La denominada “forma” o coreografía de las encadenadas posturas y/o movimientos del Tai Chi-Chi-Kung, constituyen un resumen de ejercicios psicofísicos necesarios para tratar todo el organismo y no una simple parte o funcionalidad del mismo. Por ello es conveniente aprender y practicar la forma o “danza” completa.
Algo digno de mención es que los alumnos avanzados parecerían realizar casi siempre la misma forma que los principiantes o repetir los mismos ejercicios una y otra vez, lo cual podría parecer aburrido a un observador inexperto: pero al margen de la mejor ejecución de la misma, la clave NOVEDOSA y renovadora de la Práctica está en la actitud interior y cada vez mayor concentración/observación, consciencia y silencio interior al realizarla:
Motivación, concentración, respiración, observación y desconexión del piloto automático interior que piensa y se mueve sin permiso como la propia respiración o digestión que sucede automáticamente cual si de un ensueño en el que ni siquiera supiésemos que estábamos soñando.
Eso hace al Tai Chi- Chi Kung que sea siempre diferente: como diferente es lo que hace quien se sienta a meditar en la misma postura siempre…toda su vida, o el agua que discurre por un río.
El Tai Chi- Chi Kung, es tan importante que forma parte de la medicina tradicional china junto con la acupuntura, masaje, fitoterapia, etc. Se cree que lo desarrollaron los monjes para mantener su salud y desarrollo interior. Después fue derivando como práctica defensiva personal. Así encontraríamos tres líneas fundamentales:
Tai Chi, para el desarrollo Interior, con un Tai Chi NO marcial, sensiblemente diferente al marcial. Adecuado para el desarrollo de la inteligencia holística, consciencia y belleza interior.
Tai Chi Terapéutico, es muy específico…
Tai Chi Marcial. Mucho más rápido y preciso en sus movimientos pero que desarrolla una conciencia y sensibilidad emocional muy diferente al Tai Chi del desarrollo y belleza interior.
Nos centraremos en el Tai Chi- Chi Kung para la Salud y el Equilibrio Interior. De connotaciones más similares al Yoga pero en movimiento.
Por un lado esos ejercicios inusuales y especialmente equilibrados hacen mover el cuerpo y por ello el cerebro como no es habitual, por lo tanto correlacionan los dos hemisferios cerebrales: razón e intuición/pensamiento abstracto favoreciendo el sentido común. Estos movimientos drenan/limpian y llevan sangre y energía a partes del cuerpo que normalmente no se ejercitan y que terminan irremediablemente por anquilosarse, desvitalizarse y envejecerse prematuramente.
Los ejercicios son lentos para regular el consumo excesivo de oxigeno y minimizar su producción de radicales libres evitando lo que ocurre en la agitada respiración de la forzada práctica deportiva. Permiten calmar la divagante mente sensual, además de llevar por medio de la atención la energía a las distintas partes del cuerpo; observación y recorrido imaginario que solo es posible debido a tal lentitud que posibilitan la imprescindible concentración/observación.
El Tai Chi- Chi Kung y el Yoga, más que gastar energía se las ingenia para recogerla con el mayor rendimiento posible…Para ello emplearán:
La imaginación, motivación, atención, respiración, captación de energías ying-yang, por cabeza, manos y pies., etc. La relajación, ejercicios especiales estáticos de pie, sentado y en movimiento.
Con cada respiración consciente, profunda y especialmente motivada por el ejercicio especifico, me lleno y vacío, y paso a paso voy reciclando o sublimando mi energía interior, lo cual repercute en mi salud física y emocional.
Mención especial merece el mantenimiento vertical de la columna durante los ejercicios. Al mantener recta la parte lumbar de la columna dicen los maestros que se estimula o abre el min meng o puerta del cielo anterior. De ahí recibiríamos una mejor conexión con nuestra energía primigenia disponiendo así de un mayor aprovechamiento de nuestro depósito vital potencial.
Podemos decir que la práctica del Tai Chi- Chi Kung viene muy bien para.
• Combatir la Osteoporosis.
• Mejorar la psicomotricidad
• Mejora la circulación sanguínea, linfática y psicobioenergética
• Recuperar la memoria y concentración
• Recuperación o amejoramiento del cerebro, etc.
• Alegría y belleza interior.
